viernes, 11 de diciembre de 2009

El Candidato Arrate, el más Liberal y Comprensivo con los Chilenos que Están a Favor de la Marihuana


Ya que en época de elecciones las posibilidades para debatir temas puntudos aumentan y las cuestiones valóricas están marcando la diferencia entre uno y otro candidato, qué mejor oportunidad que aprovechar esta ocasión para insistirle a los presidenciables sobre la legalización del consumo de marihuana.

Arrate es el único que ha sido claro al respecto y, por lo visto, entendió que flexibilizar el consumo no es vender pitos en los quioscos, es simplemente cambiar el sistema criminal de la prohibición por uno de regulación y control para cada sustancia.

Es curioso. El candidato que ideológicamente podría tener menos afinidad con el tema (tradicionalmente la izquierda ha considerado la marihuana como un vicio burgués) es el que ha sido más liberal y comprensivo con los piteros chilenos.

Arrate sólo dice lo que todos saben, pero no quieren reconocer: que la prohibición genera el mercado negro y la fuente principal de ingreso para muchas organizaciones criminales.

Frei, en cambio, es de los que no ve ninguna diferencia entre la marihuana y la coca, cree en el viejo cuento de la escalada del consumo, es decir que el hecho de que alguien pitee lo convierte inmediatamente en un adicto, un delincuente, un sujeto peligroso cuyo oscuro destino será terminar botado en la calle con una jeringa en el brazo.

La política prohibicionista de Piñera es igual de rígida, jamás va a aceptar que el uso de la marihuana está enraizado en nuestra cultura y que la mayoría de los consumidores no va a tener problemas por fumarse un cuete. Ni siquiera teniendo tan cerca al “Negro”, su hermano querido (que estoy seguro se ha fumado varios en la casa del candidato), está dispuesto a ceder en esos temas.

El que me sorprende es MEO. Varios de sus seguidores son, o fueron marihuaneros duchos, por lo que saben muy bien de que se trata el tema. El mismo admitió que “alguna” vez la había probado.

Tal vez, como excusa para implementar una posible legislación, ya que ha sido tan crítico con la colusión farmacéutica, podría referirse a la preocupación que existe en esta industria por una eventual legalización de la cannabis, ya que está comprobado el THC sirve para aliviar el sufrimiento de personas que padecen enfermedades como el cáncer, la esclerosis múltiple y el VIH.

En fin, personalmente creo que en tanto se prohíban las drogas no habrá ningún gobierno democrático que tenga esperanza razonable de reducir la oferta de éstas.

El incentivo económico, que es el resultado de la prohibición, ya que al frenar el tráfico se genera escasez de un producto y el mercado eleva el valor para no perder, es simplemente demasiado poderoso para que sea derrotado por los tres candidatos progresistas, demasiado comprometidos con el capital. A simple vista, la esperanza para los volados, simplemente se llama Arrate.

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